madre y mis hermanas me creyesen cobarde, y permanecí inmóvil en medio del presbiterio, con los ojos fijos en la puerta entreabierta. La luz de la lámpara oscilaba. En lo alto mecíase la cortina de un ventanal, y las nubes pasaban sobre la luna, y las estrellas se encendían y se apagaban como nuestras vidas.
Yo no tenía hogar, y la persona que me enseñó lo que era una familia fuiste tú, oyaji. Oyaji, ese día lo decidí. Si bien es cierto que dentro de mis venas no corre tu sangre, la sangre que corre por las mías lo hace en el mismo lugar y por el mismo motivo que la tuya.
FÍGARO- Ya la conozco.
Anda, mi amor, yo voy también aunque me quede lejos y estaré allí con vos en el viento y la lluvia, en el calor del medio día, en las tapitas de dulce, en las chicharras y en los grillos, en el peligro, allí por donde andes, andaré yo, entre la tierra y tu sombra habrá una mujer acariciándote.
Alegría y pobreza y no pesares y riqueza.
Es imposible competir contra la fuerza del tiempo, que es un constante proceso de destrucción.
En la etapa que estoy viviendo ahora mismo, que está siendo muy productiva
Se puede ser más astuto que otro, pero no más astuto que todos los demás.
Los juramentos de los enamorados no llegan a los oídos de los dioses.
Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.
Yo no tenía hogar, y la persona que me enseñó lo que era una familia fuiste tú, oyaji. Oyaji, ese día lo decidí. Si bien es cierto que dentro de mis venas no corre tu sangre, la sangre que corre por las mías lo hace en el mismo lugar y por el mismo motivo que la tuya.
FÍGARO- Ya la conozco.
Anda, mi amor, yo voy también aunque me quede lejos y estaré allí con vos en el viento y la lluvia, en el calor del medio día, en las tapitas de dulce, en las chicharras y en los grillos, en el peligro, allí por donde andes, andaré yo, entre la tierra y tu sombra habrá una mujer acariciándote.
Alegría y pobreza y no pesares y riqueza.
Es imposible competir contra la fuerza del tiempo, que es un constante proceso de destrucción.
En la etapa que estoy viviendo ahora mismo, que está siendo muy productiva
Se puede ser más astuto que otro, pero no más astuto que todos los demás.
Los juramentos de los enamorados no llegan a los oídos de los dioses.
Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.