deseos de pelear me levantarán porque son muy grandes! ¡Y después de eso, los derrotaré pase lo que pase!
Con todos sus errores y aberraciones, la Historia con una H mayúscula ha progresado hasta el punto en que se halla hoy gracias a esas revoluciones y a esos avances.
Olvidemos lo que sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.
Cuando el oído es penetrante, se convierte en ojo. De lo contrario, la palabra de Dios se enreda en el oído y no llega al corazón.
Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.
¿No sabéis lo que son los niños? Pues vaya...
Cada quien sabe lo que trae en su morral.
Con todos sus errores y aberraciones, la Historia con una H mayúscula ha progresado hasta el punto en que se halla hoy gracias a esas revoluciones y a esos avances.
Olvidemos lo que sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.
Cuando el oído es penetrante, se convierte en ojo. De lo contrario, la palabra de Dios se enreda en el oído y no llega al corazón.
Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.
¿No sabéis lo que son los niños? Pues vaya...
Cada quien sabe lo que trae en su morral.