fueron concedidos unos espléndidos dones de nacimiento talentos, capacidades, privilegios, inteligencias, oportunidades que en gran medida quedarían sin descubrir de no ser por nuestra propia decisión y nuestro propio esfuerzo.
Dado que las verdaderas virtudes no son más que hábitos, me atrevo a decir que los verdaderos virtuosos son aquellos que las practican sin el menor esfuerzo. Estos no tienen en absoluto la idea de la intolerancia, y para ellos es para quienes he escrito.
Si vas a hacer algo hazlo bien, si no mejor no hagas nada.
El olor de tu cabello me hace respirar mas profundoEl sabor de tus besos es lo que sacia mi hambreEl tacto de tu piel suaviza mis heridasAl escuchar tu voz suena en mis oídos la mas dulce melodíaY al verte cada día mis ojos dicen la verdad: que eres lo mas bello que pueden contemplar.
Esto no es glorioso. Sólo puro asesinato. ¡La violencia no es deporte!
La consideración de los otros se gana prodigando la nuestra
La única ley de la autoridad es el amor.
Cuando la lucha del hombre empieza dentro de sí, ese hombre vale algo.
Cuando la zorra predica no están seguros los pollos.
Reniego del amigo que me encubre el peligro
Dado que las verdaderas virtudes no son más que hábitos, me atrevo a decir que los verdaderos virtuosos son aquellos que las practican sin el menor esfuerzo. Estos no tienen en absoluto la idea de la intolerancia, y para ellos es para quienes he escrito.
Si vas a hacer algo hazlo bien, si no mejor no hagas nada.
El olor de tu cabello me hace respirar mas profundoEl sabor de tus besos es lo que sacia mi hambreEl tacto de tu piel suaviza mis heridasAl escuchar tu voz suena en mis oídos la mas dulce melodíaY al verte cada día mis ojos dicen la verdad: que eres lo mas bello que pueden contemplar.
Esto no es glorioso. Sólo puro asesinato. ¡La violencia no es deporte!
La consideración de los otros se gana prodigando la nuestra
La única ley de la autoridad es el amor.
Cuando la lucha del hombre empieza dentro de sí, ese hombre vale algo.
Cuando la zorra predica no están seguros los pollos.
Reniego del amigo que me encubre el peligro