de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien formas de escuchar, de sorprender, de amar, cien alegrías para cantar y entender.
No te preocupes pensando en qué es lo que vas a comer, con qué te vas a vestir. Que por cosas tan pequeñas el hombre se hace infeliz, porque el Señor sabe bien qué necesita tu piel. Anda con Él
El toro, a las cinco, y el torero, a los veinticinco
Lo que es bueno para el diente es malo para el vientre
La oposición cuida siempre de pedir lo que está segura de no obtener, porque si lo obtuviese dejaría de ser oposición
Peor que ver la realidad negra, es el no verla.
¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.
No te preocupes pensando en qué es lo que vas a comer, con qué te vas a vestir. Que por cosas tan pequeñas el hombre se hace infeliz, porque el Señor sabe bien qué necesita tu piel. Anda con Él
El toro, a las cinco, y el torero, a los veinticinco
Lo que es bueno para el diente es malo para el vientre
La oposición cuida siempre de pedir lo que está segura de no obtener, porque si lo obtuviese dejaría de ser oposición
Peor que ver la realidad negra, es el no verla.
¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.