caldero del infierno, en una celda. Lo que los mantuvo en pie fue el valor, las agallas y su unión. Depositaron sus esperanzas en los siete colores del arco iris, y juraron sobrevivir.
Un hombre que juzga a otro hombre es un espectáculo que me haría estallar de risa, si no me diese piedad.
El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo.
Los jóvenes deben recibir un influjo favorable en su educación para que sean virtuosos y útiles a su país.
Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo.
El hombre padece pocos males, si se esceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades.
Te arrancaré los parpados para que no te lo pierdas.
Las parejas se abrazaban mientras que yo preparaba el fuego... ¡Demonios, ahora estoy molesta!
El espíritu es lo positivo, el hecho lo negativo.
—¿Qué le ha pasado a mi ropa? —preguntó—. Estoy seguro de que la dejé bien colgada en el suelo.
Más vale una mentira que te haga feliz que una verdad que te haga llorar.
Un hombre que juzga a otro hombre es un espectáculo que me haría estallar de risa, si no me diese piedad.
El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo.
Los jóvenes deben recibir un influjo favorable en su educación para que sean virtuosos y útiles a su país.
Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo.
El hombre padece pocos males, si se esceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades.
Te arrancaré los parpados para que no te lo pierdas.
Las parejas se abrazaban mientras que yo preparaba el fuego... ¡Demonios, ahora estoy molesta!
El espíritu es lo positivo, el hecho lo negativo.
—¿Qué le ha pasado a mi ropa? —preguntó—. Estoy seguro de que la dejé bien colgada en el suelo.
Más vale una mentira que te haga feliz que una verdad que te haga llorar.