historia política y militar nos presenta de arrebatador, por una casi rutina de vida, por dentro de esa rutina es donde mejor se siente el carácter de un pueblo.
La ciudad lo encierra jaula de metal, el niño envejece sin saber jugar. Cuántos como tu vagarán, el dinero es todo para amar, amargos los días, si no hay.
Si ella no quiere hablar no tiene por qué hacerlo. Yo estoy bien sin hablar, la boca es algo meramente decorativo, no la necesitas para jugar.
Siempre voy a los entierros de los demás, porque de lo contrario ellos no vendrán al mío.
La vida no procede por la asociación y la adición de elementos, sino por la disociación y la división.
Existen personas honradas, pero no es muy seguro.
Casa sin sol, no hay casa peor.
El hombre es superior a las bestias, no porque las pueda hacer sufrir, sino porque es capaz de compadecerlas.
La ciudad lo encierra jaula de metal, el niño envejece sin saber jugar. Cuántos como tu vagarán, el dinero es todo para amar, amargos los días, si no hay.
Si ella no quiere hablar no tiene por qué hacerlo. Yo estoy bien sin hablar, la boca es algo meramente decorativo, no la necesitas para jugar.
Siempre voy a los entierros de los demás, porque de lo contrario ellos no vendrán al mío.
La vida no procede por la asociación y la adición de elementos, sino por la disociación y la división.
Existen personas honradas, pero no es muy seguro.
Casa sin sol, no hay casa peor.
El hombre es superior a las bestias, no porque las pueda hacer sufrir, sino porque es capaz de compadecerlas.