la Septuaginta, como entre la sinagoga y la iglesia oriental, que son como dos ladrones, el uno a la derecha y el otro a la izquierda, y Jesús, esto es la iglesia romana, en el medio
Te quiero de lunes a domingo aún esos días en que no digo: te quiero.
A lo largo de la vida la gente te volverá loco, te faltará el respeto y te tratará mal. Deja que Dios lidie con las cosas que ellos hacen, porque el odio en tu corazón te consumirá también a ti.
A la corta o a la larga cae el burro con la carga.
El mejor gobierno es aquel que se hace superfluo.
Es más fácil hacer leyes que gobernar.
Hasta que abrieron los ojos, todos simultáneamente; las membranas se deslizaron hacia los lados y mostraron la extraña calma de los habitantes de la más oscura fosa oceánica.
Te quiero de lunes a domingo aún esos días en que no digo: te quiero.
A lo largo de la vida la gente te volverá loco, te faltará el respeto y te tratará mal. Deja que Dios lidie con las cosas que ellos hacen, porque el odio en tu corazón te consumirá también a ti.
A la corta o a la larga cae el burro con la carga.
El mejor gobierno es aquel que se hace superfluo.
Es más fácil hacer leyes que gobernar.
Hasta que abrieron los ojos, todos simultáneamente; las membranas se deslizaron hacia los lados y mostraron la extraña calma de los habitantes de la más oscura fosa oceánica.