Te besara
recorriera y lamierade punta a punta a flor de piel
te habitara y mordiera
feroz humanamente loco
en la más alta sima
de tu cadera alpina
quemándome de tanta inmensidad
de insaciable lascivia
con los dientes amándote
sacándote la música del cuerpo
alaridos y llamas
reventando tus cuerda
desnudándote más
hasta dar con tu cuerpo
el más oscuro y puro
parirte un sol adentro
mi pecado genial
Entonces ves este país del tamaño de un raspón.
Luego un tren en los atardeceres pasa lleno de soldaditos,
que aunque parezcan de mentiras son de verdad,
y ves también los volcanes como manchitas de tinta azul
y no podés hallar una razón (aunque realmente exista)
de por qué hay tantos soldaditos en un país del tamaño de un raspón.
Luego un tren en los atardeceres pasa lleno de soldaditos,
que aunque parezcan de mentiras son de verdad,
y ves también los volcanes como manchitas de tinta azul
y no podés hallar una razón (aunque realmente exista)
de por qué hay tantos soldaditos en un país del tamaño de un raspón.
La limonada a sorbos para limpiar la mugre de la garganta en la mañanita
Con un libro que nunca entenderé, enjugando lágrimas
Deslizándose sin saber. Los vecinos bailan con música de Teodorakis.
Mañana escribiré una carta a un poeta que no conozco, luego hablaré
Sobre el posible empleo con el amigo más cercano. Mi mujer
/ me dice tené
paciencia, algún día cambiará tu suerte y ya llevamos
más de siete años. Celia es pequeña como un dibujo de Miró.
Uno es demasiado para este pantano en que se vive; cuando
/ me amargo pongo
a Bach, viejo panzón que más parece vendedor de salchichas y
/ me siento tranquilo.
Temo dejar esta cochina casa, mando al diablo todo esto, con tal
/ de amanecer
(de vez en cuando) espiando la mañana y dándome en el alma suavecito.
Con un libro que nunca entenderé, enjugando lágrimas
Deslizándose sin saber. Los vecinos bailan con música de Teodorakis.
Mañana escribiré una carta a un poeta que no conozco, luego hablaré
Sobre el posible empleo con el amigo más cercano. Mi mujer
/ me dice tené
paciencia, algún día cambiará tu suerte y ya llevamos
más de siete años. Celia es pequeña como un dibujo de Miró.
Uno es demasiado para este pantano en que se vive; cuando
/ me amargo pongo
a Bach, viejo panzón que más parece vendedor de salchichas y
/ me siento tranquilo.
Temo dejar esta cochina casa, mando al diablo todo esto, con tal
/ de amanecer
(de vez en cuando) espiando la mañana y dándome en el alma suavecito.