En los viejos caminos nuestra voz yerra como olvido,
y un éter lleno recuerdos, se ha salidode nosotros el alma, para vernos de lejos.
El cielo es como un fiel recuerdo de colores,
en que tú arremolinas, luz sonora, tus vientos;
la loca de la tarde hunde sus pensamientos
de luz, en la epidermis de seda de las flores.
Yo hilaré con el blanco vellón de los vesperos,
horas de amor sutiles, concisas y espaciosas
viendo venir las pálidas parejas amorosas
en la convalecencia feliz de los senderos.
Por donde quiera que escudriña la mirada,
sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada;
flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...
Ya no abrió nunca el cielo ni
¡la tierra sus puertas!
Días de lasitud, desesperanza y tedio;
no hay más para la vida que el fúnebre remedio
de la muerte, no hay más, no hay más, no hay más
que caer como un punto negro y vago
en la onda lívida del lago,
para siempre jamás...
sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada;
flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...
Ya no abrió nunca el cielo ni
¡la tierra sus puertas!
Días de lasitud, desesperanza y tedio;
no hay más para la vida que el fúnebre remedio
de la muerte, no hay más, no hay más, no hay más
que caer como un punto negro y vago
en la onda lívida del lago,
para siempre jamás...
El tiempo es hambre y el espacio es frío
orad, orad, que sólo la plegaria
puede saciar las ansias del vacío.
El sueño es una roca solitaria
en donde el águila del alma anida:
soñad, soñad, entre la vida diaria.
orad, orad, que sólo la plegaria
puede saciar las ansias del vacío.
El sueño es una roca solitaria
en donde el águila del alma anida:
soñad, soñad, entre la vida diaria.