parezca, también te gustan los dulces. No eres muy atlético.
No puedes contradecir a Tsubaki y tienes un poco de envidia de la popularidad de Watari. No estás bajo la sombra de tu madre. Tú eres tú.
No me refiero a que sea "típico de ti". Eso es muy ambiguo. Hagas lo que hagas, cambies o no, no importa. Tú seguirás siendo tú.
Con perseverancia, lo arreglo y lo cuido, a sabiendas de que voy a tener que cortarlo y verlo caer. Con perseverancia, lo hago brillar y lo peino, a sabiendas de que voy a tener que cortarlo y verlo caer. Me da miedo. Me aterroriza ese momento en el que lo cortaré y caerá. Porque mis cabellos cortados me recuerdan a ti, ahora que estás muerto.
Es de sabios observar a los demás, aprender de ellos y luego aplicar.
Después de la hija casá, yernos a la puerta.
Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España.
¿Hay algún padre que no desee la felicidad de su hija?
El aliento es el puente que conecta la vida con la conciencia, que une el cuerpo con sus ideas.
No hay tías feas, sino copas de menos.
Vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.
No puedes contradecir a Tsubaki y tienes un poco de envidia de la popularidad de Watari. No estás bajo la sombra de tu madre. Tú eres tú.
No me refiero a que sea "típico de ti". Eso es muy ambiguo. Hagas lo que hagas, cambies o no, no importa. Tú seguirás siendo tú.
Con perseverancia, lo arreglo y lo cuido, a sabiendas de que voy a tener que cortarlo y verlo caer. Con perseverancia, lo hago brillar y lo peino, a sabiendas de que voy a tener que cortarlo y verlo caer. Me da miedo. Me aterroriza ese momento en el que lo cortaré y caerá. Porque mis cabellos cortados me recuerdan a ti, ahora que estás muerto.
Es de sabios observar a los demás, aprender de ellos y luego aplicar.
Después de la hija casá, yernos a la puerta.
Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España.
¿Hay algún padre que no desee la felicidad de su hija?
El aliento es el puente que conecta la vida con la conciencia, que une el cuerpo con sus ideas.
No hay tías feas, sino copas de menos.
Vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.