a tus hijos y tus hijas para quitar a aquellos su lozana vida y prostituir a éstas... entonces, no llores.
El programa sigue siendo este: combatir. Para nosotros los fascistas, la vida es un combate continuo e incesante, que aceptamos con una gran desenvoltura, con un gran valor. Con la intrepidez necesaria
Una vez que se conoce el peligro no se puede vivir sin él
Una persona es muy fuerte cuando busca proteger algo.
Hasta en el exceso existe una moderación.
Como la herida era en el pecho, le apliqué el torniquete en el cuello
Con postes podridos no se hacen corrales
El programa sigue siendo este: combatir. Para nosotros los fascistas, la vida es un combate continuo e incesante, que aceptamos con una gran desenvoltura, con un gran valor. Con la intrepidez necesaria
Una vez que se conoce el peligro no se puede vivir sin él
Una persona es muy fuerte cuando busca proteger algo.
Hasta en el exceso existe una moderación.
Como la herida era en el pecho, le apliqué el torniquete en el cuello
Con postes podridos no se hacen corrales