sostenida por el austero afán de guardarse idéntica a sí misma. Nada, ni el acero de las armas, ni el oro de las opulencias, salva a una raza que pierde el carácter.
Dios no existe. Las vidas humanas son muy pequeñas y sin sentido. Así son las cosas. Incluso si existiera un dios es bastante claro que él no es un ser bueno y misericordioso.
El pecado que no tiene perdón es el que mata la vida del amor en el ser
¿Sabes cuánto te quiero? Cuenta las gotas de un aguacero.
Cuando conocí la auténtica belleza del amor... Mis recuerdos se desvanecieron
Mi antorcha despejando la noche de tus labios libertará por fin tu esencia creadora.
Cuando confiesas tus sentimientos debes de hacerlo bien.
Dios no existe. Las vidas humanas son muy pequeñas y sin sentido. Así son las cosas. Incluso si existiera un dios es bastante claro que él no es un ser bueno y misericordioso.
El pecado que no tiene perdón es el que mata la vida del amor en el ser
¿Sabes cuánto te quiero? Cuenta las gotas de un aguacero.
Cuando conocí la auténtica belleza del amor... Mis recuerdos se desvanecieron
Mi antorcha despejando la noche de tus labios libertará por fin tu esencia creadora.
Cuando confiesas tus sentimientos debes de hacerlo bien.