impulsarnos a él. Si no es un crimen, tanto la prudencia como el valor nos obligan a desembarazarnos de la existencia cuando ésta se convierte en una carga
Para vencer un peligro o salvar de cualquier abismo, por experiencia afirmo, más que el sable o la lanza suele servir la confianza que tiene el hombre en sí mismo.
Muchu quesu nunca es bueno, ni tampoco no comerlo.
El hombre de hoy usa y abusa de la naturaleza, como si hubiera de ser el último inquilino de este desgraciado planeta, como si detrás de él no se anunciara un futuro
Después de la final, caminé solo por el césped del Estadio Olímpico. ¿Por qué? No lo sé explicar. En ese momento me acordé de un sueño
Lo primero que hace una mujer cuando quiere que un hombre la alcance es echar a correr
Para vencer un peligro o salvar de cualquier abismo, por experiencia afirmo, más que el sable o la lanza suele servir la confianza que tiene el hombre en sí mismo.
Muchu quesu nunca es bueno, ni tampoco no comerlo.
El hombre de hoy usa y abusa de la naturaleza, como si hubiera de ser el último inquilino de este desgraciado planeta, como si detrás de él no se anunciara un futuro
Después de la final, caminé solo por el césped del Estadio Olímpico. ¿Por qué? No lo sé explicar. En ese momento me acordé de un sueño
Lo primero que hace una mujer cuando quiere que un hombre la alcance es echar a correr