los límites de la vida inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia y del miedo.
No me arrepiento de haber elegido este camino, pero aún así, cuando miro a mi alrededor, no veo a nadie... Y tengo la sensación de que me he quedado sola.
Sobre los pueblos de Latinoamérica caen todos los ciclones, prohibieron los frutos de la sangre joven. Pero nunca pudieron tapar la mirada, ni jugar con la voz del poeta.
El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa
Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero.
Este tipo de días te hacen apreciar la vida ordinaria.
No me arrepiento de haber elegido este camino, pero aún así, cuando miro a mi alrededor, no veo a nadie... Y tengo la sensación de que me he quedado sola.
Sobre los pueblos de Latinoamérica caen todos los ciclones, prohibieron los frutos de la sangre joven. Pero nunca pudieron tapar la mirada, ni jugar con la voz del poeta.
El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa
Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero.
Este tipo de días te hacen apreciar la vida ordinaria.