nunca les cuento. Así, por ejemplo, le he dicho que más tarde me gustaría mucho escribir, e incluso ser escritora, o al menos no dejar de escribir aunque ejerza una profesión o desempeñe alguna otra tarea
Eres más lento que un desfile de cojos.
La vida no vale nada, pero nada vale tanto como la vida
Nada amo tanto como lo imprevisto. Una gitana en Budapest me leyó el porvenir en las líneas de la mano.
En la vida las cosas se PUEDEN, se QUIEREN, o se DEBEN hacer las cosas.
Los jueces, los médicos, las madres de caridad tenemos un punto de contacto: la anestesia del sentimiento.
El arte es una entre las condiciones de la vida humana, siendo un medio de comunicación entre los hombres.
Eres más lento que un desfile de cojos.
La vida no vale nada, pero nada vale tanto como la vida
Nada amo tanto como lo imprevisto. Una gitana en Budapest me leyó el porvenir en las líneas de la mano.
En la vida las cosas se PUEDEN, se QUIEREN, o se DEBEN hacer las cosas.
Los jueces, los médicos, las madres de caridad tenemos un punto de contacto: la anestesia del sentimiento.
El arte es una entre las condiciones de la vida humana, siendo un medio de comunicación entre los hombres.