Quién soy,
sola de mí, para violarmecon verdades ajenas
si aún las propias no han sido
deslindadas.
Quién se interna en la palma de mis
manos
luego de cercenarlas.
Quién me vacía, huye y no regresa
sin despojarme de la amarra.
Quién seduce mi cólera,
penitencia incendiada.
Me atrevo a liberar en mis arterias
los ángeles salvajes
que fueron propiedad natal del alba.
Enclaustrada
en una libertad que me condena
a su sed cavernaria
abruman las respuestas.
Entreabro la jaula.
LA NIÑA EXTRAÑA
Tenía un grillo entre las sienes
y sabía decir mariposa.
Lo demás lo ignoraba.
Un día descubrió que Dios no era una alondra.
Otro día
les dijo a las simientes
que sería más lindo brotar alas.
Al fin
se convenció de que en el mundo
hay demasiadas cosas sabias.
Y se fue despacito,
caminando,
caminando hasta el alba.
y sabía decir mariposa.
Lo demás lo ignoraba.
Un día descubrió que Dios no era una alondra.
Otro día
les dijo a las simientes
que sería más lindo brotar alas.
Al fin
se convenció de que en el mundo
hay demasiadas cosas sabias.
Y se fue despacito,
caminando,
caminando hasta el alba.
La veo
trabajar en cal pensante
como si su lujuria de tinieblas le permitiese
inscribir en tierra todos los nombres
de la soledad.
Pero aún no pudo enterrar
mi sombra.
Tampoco
la ración de sangre sola
que cada muerto cava en humildad.
trabajar en cal pensante
como si su lujuria de tinieblas le permitiese
inscribir en tierra todos los nombres
de la soledad.
Pero aún no pudo enterrar
mi sombra.
Tampoco
la ración de sangre sola
que cada muerto cava en humildad.