Después de Dios.
Despuésde padecerlo en la humana versión
de sus sosías
vislumbramos un dios que se transforma
en soledad de dios
luego de serlo.
Sólo resta
dejar en paz y firmes las heridas.
Desnudarnos de Dios.
Y contemplarlo.
Desnudo.
A nuestra propia semejanza.
Con la mitad de mi cerebro
hice un ala de sol para la noche.
Guardo la otra mitad
celosamente: así podré creer
que ya no existo.
Desde el adiós
un ciervo echa a correr
llevándose el vacío.
hice un ala de sol para la noche.
Guardo la otra mitad
celosamente: así podré creer
que ya no existo.
Desde el adiós
un ciervo echa a correr
llevándose el vacío.
Hemos hablado de los hombres y de cuanto les ocurre a los hombres,
como si la humanidad fuese un planeta inmerso en nuestra sombra.
Hemos creído despoblar el silencio
nombrando cada cosa, encadenándola y encadenándonos
a su significado.
Sin advertir que cada ser genera mundos breves que huyen hacia la libre
prisión del universo.
como si la humanidad fuese un planeta inmerso en nuestra sombra.
Hemos creído despoblar el silencio
nombrando cada cosa, encadenándola y encadenándonos
a su significado.
Sin advertir que cada ser genera mundos breves que huyen hacia la libre
prisión del universo.