ser tu sueño, y callado apoderarme de todos tus riquísimos despojos; aire sutil que con tus labios rojos tuvieras que beberme y respirarme; quisiera ser tu alma, y asomarme a las claras ventanas de tus ojos. Quisiera ser la música que en calma te adula el corazón: mas si constante mi fe consigue la escondida palma, ni aire sutil, ni sueño penetrante, ni música de amor, ni ser tu alma, nada es tan dulce como ser tu amante. Sin Palabras Mil veces con palabras de dulzura esta pasión comunicarte ansío; mas, ¿qué palabras hallaré, bien mío, que no haya profanado la impostura? Penetre en ti callada mi ternura, sin detenerse en el menor desvío, como rayo de luna en claro río, como aroma sutil en aura pura. Ábreme el alma silenciosamente, y déjame que inunde satisfecho sus regiones, de amor y encanto llenas... Fiel pensamiento, animaré tu mente; afecto dulce, viviré en tu pecho; llama suave, correré en tus venas.