apoyo, y acaba no sabiendo a dónde va, envilecido, rebajado...Convertido en un objeto que va y viene, que se mueve en todas las direcciones, pero sin saber adónde se dirige. Un hombre que en vez de ser brújula, es veleta.
En medio de lo impersonal personificado, aquí hay una personalidad. Aunque sólo un punto, como máximo: de donde quiera que haya venido; a donde quiera que vaya; pero mientras vivo terrenalmente, esa personalidad, como una reina, vive en mí, y siente sus reales derechos.
Nuestra naturaleza humana nos hace pensar razonablemente y actuar insensatamente.
Nunca fui uno de aquellos bebedores silenciosos, que beben día y noche sin parar. Me encantaban las fiestas y trasnochar. Cuando bebía, era sólo por el efecto. Con todas las copas que he tomado, no recuerdo haber disfrutado de ninguna. El único motivo por el que bebía era para superar mi timidez.
Desde el principio tú fuiste mi tesoro irreemplazable.
El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera.
Todo lo prieto no es morcilla.
A veces pienso, que este mundo ha superado su capacidad y ahora... se está desbordando.
El ave canta aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas.
Quien porfía, alcanza hoy u otro día
En medio de lo impersonal personificado, aquí hay una personalidad. Aunque sólo un punto, como máximo: de donde quiera que haya venido; a donde quiera que vaya; pero mientras vivo terrenalmente, esa personalidad, como una reina, vive en mí, y siente sus reales derechos.
Nuestra naturaleza humana nos hace pensar razonablemente y actuar insensatamente.
Nunca fui uno de aquellos bebedores silenciosos, que beben día y noche sin parar. Me encantaban las fiestas y trasnochar. Cuando bebía, era sólo por el efecto. Con todas las copas que he tomado, no recuerdo haber disfrutado de ninguna. El único motivo por el que bebía era para superar mi timidez.
Desde el principio tú fuiste mi tesoro irreemplazable.
El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera.
Todo lo prieto no es morcilla.
A veces pienso, que este mundo ha superado su capacidad y ahora... se está desbordando.
El ave canta aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas.
Quien porfía, alcanza hoy u otro día