su casa a una persona desgraciada o víctima de una injusticia. De su amor por el bien y de su generosidad se hubiera podido deducir que era rico en dinero y propiedades, cuando la realidad era que no poseía nada, salvo la casa de la derecha del callejón y un trozo de tierra en el campo.
Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
Por favor, cuida de mí por siempre. Aunque seguramente eso será más corto que la eternidad.
¡Emancípese usted de la vida mediocre!
Somos hijos de un dios menor, remendamos cada error, dibujando en nuestras mentes un mundo mejor
¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!
Siempre hay un camino.
Más vale poco pecar que mucho confesar.
Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida.
Si el equipo juega mal siento que es por mi culpa
El incienso como este verso que escribo mitad ceniza y mitad humo.
Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
Por favor, cuida de mí por siempre. Aunque seguramente eso será más corto que la eternidad.
¡Emancípese usted de la vida mediocre!
Somos hijos de un dios menor, remendamos cada error, dibujando en nuestras mentes un mundo mejor
¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!
Siempre hay un camino.
Más vale poco pecar que mucho confesar.
Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida.
Si el equipo juega mal siento que es por mi culpa
El incienso como este verso que escribo mitad ceniza y mitad humo.