demasiada gente. Tuvo que taparse los oídos cuando pasó un convoy de enormes camiones rusos. Todo le provocaba el asombro de lo nuevo: los edificios de apartamentos, las estudiantes de uniforme, las luces de las calles, los manteles, los ascensores y el sabor del vino.
Mis recuerdos están confusos...Y se destruyen gradualmente.
Recuerdo que, a la muerte de Pío XII, nos decíamos: ¿quién podría alcanzar sus cotas de sublimidad y trascendencia? Entonces vino Juan XXIII, un anciano regordete y bajito que al sentarse mostraba los pantalones debajo de las vestiduras sagradas. ¡Y ese hombre rústico nos trajo la renovación de la Iglesia!
Cuando eres tan grandioso como yo, es difícil ser humilde
Su divisa era ésta: todo lo que merece ser hecho, merece también ser bien hecho.
No quiero vestir a una imagen con sólo mi cara
A ojos de los chicos, el tanga reduce a las niñas a su parte posterior
Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar
EL que de joven no trabaja de viejo duerme en la paja.
Mis recuerdos están confusos...Y se destruyen gradualmente.
Recuerdo que, a la muerte de Pío XII, nos decíamos: ¿quién podría alcanzar sus cotas de sublimidad y trascendencia? Entonces vino Juan XXIII, un anciano regordete y bajito que al sentarse mostraba los pantalones debajo de las vestiduras sagradas. ¡Y ese hombre rústico nos trajo la renovación de la Iglesia!
Cuando eres tan grandioso como yo, es difícil ser humilde
Su divisa era ésta: todo lo que merece ser hecho, merece también ser bien hecho.
No quiero vestir a una imagen con sólo mi cara
A ojos de los chicos, el tanga reduce a las niñas a su parte posterior
Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar
EL que de joven no trabaja de viejo duerme en la paja.