que convertía la vida de mis hermanos en algo tan atractivo para mí. Eso era lo que yo quería hacer, y además a lo grande, así que puse todo mi empeño en aprender a tocar todos los instrumentos que los amigos de mis hermanos llevaban a las fiestas.
Las perversiones parecen rechazar el completo esclavizamiento del ego del placer por el ego de la realidad. Exigiendo libertad instintiva en un mundo de represión, a menudo están caracterizadas por un fuerte repudio de ese sentimiento de culpa que acompaña a la represión sexual.
En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
Por un momento creí que estaba desesperado, pero ese no era el caso. Kurokocchi siempre da lo mejor de él para apoderarse de la victoria. Él ya no es la misma persona sombría que la gente solía despreciar, ahora es una persona sombría que merece ser respetada... Me alegra afirmar que es mi rival.
[La ciudad]... surgió por causa de las necesidades de la vida, pero existe ahora para vivir bien.
Bebe vino y come queso, y sabrás que es eso.
En noches frías mis huesos sienten las mantas y golpean la colcha.
No hay mujer por buena que sea, que cuando mea no se pea
Al comer, al tajadero, al cargar, al cabestrero.
No debe prometer andar en la oscuridad quien no ha visto el anochecer.
Las perversiones parecen rechazar el completo esclavizamiento del ego del placer por el ego de la realidad. Exigiendo libertad instintiva en un mundo de represión, a menudo están caracterizadas por un fuerte repudio de ese sentimiento de culpa que acompaña a la represión sexual.
En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
Por un momento creí que estaba desesperado, pero ese no era el caso. Kurokocchi siempre da lo mejor de él para apoderarse de la victoria. Él ya no es la misma persona sombría que la gente solía despreciar, ahora es una persona sombría que merece ser respetada... Me alegra afirmar que es mi rival.
[La ciudad]... surgió por causa de las necesidades de la vida, pero existe ahora para vivir bien.
Bebe vino y come queso, y sabrás que es eso.
En noches frías mis huesos sienten las mantas y golpean la colcha.
No hay mujer por buena que sea, que cuando mea no se pea
Al comer, al tajadero, al cargar, al cabestrero.
No debe prometer andar en la oscuridad quien no ha visto el anochecer.