ni facultad de elegir. Carecen de conciencia de sí mismas. No pueden reinventarse a sí mismas. Están totalmente sometidas al ser humano que, por ser consciente de sí mismo, es el único que tiene libertad y poder para elegir y para reinventarse a sí mismo.
La opulencia es escuela de vanidad y aspereza.
Cuando el fracaso se mide por el paro, es lógico que el triunfo se anuncie por el despilfarro.
El sexo es la broma más grande que Dios ha hecho a los seres humanos.
No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrías pedirle discrección si tú mismo no la has tenido
O él ha muerto o se ha parado mi reloj.
Crear una canción es tan sólo darle forma a un sentimiento.
La opulencia es escuela de vanidad y aspereza.
Cuando el fracaso se mide por el paro, es lógico que el triunfo se anuncie por el despilfarro.
El sexo es la broma más grande que Dios ha hecho a los seres humanos.
No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrías pedirle discrección si tú mismo no la has tenido
O él ha muerto o se ha parado mi reloj.
Crear una canción es tan sólo darle forma a un sentimiento.