hasta que llegue algo malísimo que siempre pasa. Las únicas que terminan bien son las fragmentarias.
Anhelaba las aguas profundas. Me presionaron hasta convertirme en una modosa sardina conformista cuya espina dorsal fue pareciéndose a la de las otras, suave y lacia como un aborto de lombriz.
No nos perturban las cosas sino las opiniones que de ellas tenemos.
El poder es la espada y el escudo
La fortaleza de los hombres juiciosos no es más que el arte de encerrar el propio desasosiego dentro del corazón.
Cuanto más fuertes parezcan nuestros enemigos, más vulnerables son.
No hay espacio para la piedad.
Anhelaba las aguas profundas. Me presionaron hasta convertirme en una modosa sardina conformista cuya espina dorsal fue pareciéndose a la de las otras, suave y lacia como un aborto de lombriz.
No nos perturban las cosas sino las opiniones que de ellas tenemos.
El poder es la espada y el escudo
La fortaleza de los hombres juiciosos no es más que el arte de encerrar el propio desasosiego dentro del corazón.
Cuanto más fuertes parezcan nuestros enemigos, más vulnerables son.
No hay espacio para la piedad.