la clase vulgar, al justo medio de las almas; sólo a las muy superiores, o a las muy estúpidas, les es dado no admirarse de nada.
Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo.
No hay decepciones para aquellos cuya voluntad está sepultada en la voluntad de Dios.
Los muertos no desean la venganza, sino la felicidad de los que viven.
El ser humano es perfecto al nacer, después hay que cuidar esa perfección.
Para poner en valor la ciencia es necesaria la joya de la sabiduría.
VIVE la vida al máximo!!! Ya dormirás cuando mueras.
Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo.
No hay decepciones para aquellos cuya voluntad está sepultada en la voluntad de Dios.
Los muertos no desean la venganza, sino la felicidad de los que viven.
El ser humano es perfecto al nacer, después hay que cuidar esa perfección.
Para poner en valor la ciencia es necesaria la joya de la sabiduría.
VIVE la vida al máximo!!! Ya dormirás cuando mueras.